Durante estas noches y sobretodo, la noche del 21 de Octubre, podremos presenciar una de las lluvias de estrellas más bonitas de todo el año. Y no es por la cantidad de estrellas que podremos ver caer, si no por la duración de la cola de los cometas.
Como ya explicamos en la entrada que hablaba sobre las Perseidas, La Tierra pasa por la trayectoria de distintos cometas a lo largo del año, y en estos días lo hace por la del cometa Halley.
Y como las "estrellas fugaces" que vemos están cerca de la constelación de Orion, a esta lluvia de meteoros se la denominan Oriónidas.
Esta "lluvia de estrellas" es visible desde cualquier parte del mundo, y el mejor momento para verlas será después de media noche.
Según el calendario lunar, esta noche y mañana, que es cuantas más meteoros se podrán ver por hora, la Luna será un 14% y un 8% visible. Lo que será una gran ayuda, pues no tendremos la brillante luz de nuestro satélite.
¿ Hacia dónde miramos para ver el espectáculo?
Si nos dirijimos hacía el Este, podremos ver la constelación de Orión, que es la más fácil de reconocer. Tiene aspecto de hombre, y podemos distinguir sus hombros, Betelgeuse a la izquierda y Bellatrix a la derecha, el cinturón con tres estrellas muy brillantes, Almitak, Almilam y Mintaka, de izquierda a derecha, y la funda donde iría la espada, donde se pueden encontrar nebulosas con formas increíbles,Gran Nebulosa de Orión M42, la Nebulosa de Mairan M43, y la Nebulosa Cabeza de Caballo (en IC 434), y las piernas, Saiph, izquierda y Rigel derecha.
De toda la constelación, las más brillantes son Rigel, una supergigante azúl y Betelgeuse, una supergigante roja.
Puede verse desde ambos hemisferios, aunque en el cielo Boreal aparece
orientado hacia arriba y en el cielo Austral hacia abajo. En el Hemisferio Norte es una de las constelaciones de Invierno.
A su izquierda, podemos encontrar la constelación de Géminis, donde destacan Pollux y Castor, que serían las cabezas de los gemelos. Y si lanzamos una recta imaginaría desde el hombro izquierdo de Orion, Betelgeuse hacía la isquierda, llegaríamos a la cabeza de Pollux.
Si ahora trazamos otra línea recta imaginaría hacia abajo, daríamos con el pecho, y la estrella más brillante en los cielos de Otoño-Invierno, de la constelación del Can Mayor, Sirius.
Y justo arriba de Orion, encontramos a Tauro. Aldebarán, el ojo más brillante, cierra nuestro radiante. (Fácil de reconocer por la formad en V que tiene, que simularían los ojos y los cuernos de Tauro.)
Y es aquí, en toda esa zona donde tenemos que mirar para poder ver alguna "estrella fugaz".
Y ya que estamos admirando todas estas constelaciones tan llamativas, podremos ver también el Triángulo de Invierno, que es el triángulo que forman Betelgeuse, Sirius y la cola del Can Menor, Procyon.
Esta forma, sólo es visible en el Hemisferio Norte, y forma parte de una figura aún más grande, el Hexágono de Invierno o Círculo de Invierno.
Así que, esta noche o mañana no os olvidéis mirar hacia el cielo, buscar a Orion, y pedir un deseo cuando caiga una "estrella". ^^
lunes, 20 de octubre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Autumn
Hace unos días me fuí a hacer una ruta por el Cañón de rio Lobos, en Soria, y pude ver como el otoño ya estaba aquí.
Las hojas de los chopos estaban tornándose amarillas, y el resto de especies de ribera estaban modificándose para el próximo cambio.
El Observatorio Astronómico Nacional, nos informa que este año el otoño comenzará dentro de dos días, el 23 de Septiembre a las 4h 29min, hora penínsular. Y terminará el 22 de Diciembre, cuando de comienzo el invierno.
En otoño, debido a los movimientos del Sol y la Tierra, la duración del día y de la noche prácticamente son iguales y es a lo que denominamos equinoccio de otoño. El Sol se encuentra frente a nosotros, mientras que en verano o en invierno llega a su máxima posición meridional o boreal.
Y así, cuando en el Hemisferio Norte da comienzo el otoño, en el Hemisferio Sur comenzará la primavera.
Aunque ya empiezan a bajar las temperaturas, y más por la noche, en estos meses que vienen podemos ver distintas lluvias de estrellas, y merece la pena pasar un poco de frío para verlas.
Algunas con más actividad son las Dracónidas sobre el 8 de Octubre, las Leónidas al rededor del 17 de Noviembre y las Gemínidas cerca del 13 de Diciembre.
Mientras andaba y veía el cañón que nos acompañaba en la ruta, pensaba que pasadas unas semanas, en ese mismo lugar habría una explosión de colores. Y entonces, recordé el norte de la Península, en cómo tendrían que verse todos esos paisajes. Cómo tenía que oler la leña quemada de las casas, la humedad de las mañanas soleadas.
Pero además me vino a la mente, esas imágenes típicas de series americanas donde salen esos pueblos con iglesias blancas que hacen resaltar aún más los colores de los árboles que le rodean. Y pensé en uno de esos sitios, Nueva Inglaterra, con todas esas leyendas e historias de guerra.
Las hojas de los chopos estaban tornándose amarillas, y el resto de especies de ribera estaban modificándose para el próximo cambio.
El Observatorio Astronómico Nacional, nos informa que este año el otoño comenzará dentro de dos días, el 23 de Septiembre a las 4h 29min, hora penínsular. Y terminará el 22 de Diciembre, cuando de comienzo el invierno.
En otoño, debido a los movimientos del Sol y la Tierra, la duración del día y de la noche prácticamente son iguales y es a lo que denominamos equinoccio de otoño. El Sol se encuentra frente a nosotros, mientras que en verano o en invierno llega a su máxima posición meridional o boreal.
Y así, cuando en el Hemisferio Norte da comienzo el otoño, en el Hemisferio Sur comenzará la primavera.
Aunque ya empiezan a bajar las temperaturas, y más por la noche, en estos meses que vienen podemos ver distintas lluvias de estrellas, y merece la pena pasar un poco de frío para verlas.
Algunas con más actividad son las Dracónidas sobre el 8 de Octubre, las Leónidas al rededor del 17 de Noviembre y las Gemínidas cerca del 13 de Diciembre.
Mientras andaba y veía el cañón que nos acompañaba en la ruta, pensaba que pasadas unas semanas, en ese mismo lugar habría una explosión de colores. Y entonces, recordé el norte de la Península, en cómo tendrían que verse todos esos paisajes. Cómo tenía que oler la leña quemada de las casas, la humedad de las mañanas soleadas.
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Paisaje de Asturias |
Pero además me vino a la mente, esas imágenes típicas de series americanas donde salen esos pueblos con iglesias blancas que hacen resaltar aún más los colores de los árboles que le rodean. Y pensé en uno de esos sitios, Nueva Inglaterra, con todas esas leyendas e historias de guerra.
domingo, 7 de septiembre de 2014
Lighthouse
Desde hace cientos de años, el hombre se servía de las estrellas para poder navegar y saber qué dirección tomar. Pero también necesitaban algo que les ayudara a llegar a su destino o regresar a su hogar. Para ello, se hacían fogatas y hogueras en los acantilados y así avisar a los navegantes de su proximidad a tierra.
Frente al puerto de Alejandría, en una pequeña isla, Pharos que ahora es una península, en el siglo III a.C, se llevó a cabo una de las construcciones más ambiciosas hasta el momento.
El arquitecto Sóstrato de Cnido, hizo que descansara la estructura de mármol blanco y ensamblada con plomo fundido, sobre una base cuadrada, donde se podía leer una inscripción que decía:
"Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar."
Hay autores que aproximan su altura a unos 60 metros, pero otros consideran que podía llegar a medir hasta 190 metros.
En lo más alto, se podía encontrar un gran espejo para poder reflejar los rayos del sol durante el día.
Al llegar la noche, se encendía una gran hogera que también se reflejaba con el espejo, y cuya
luz se llegaba a ver a unos 55 km.
Pasaron muchos siglos, y el faro seguía siendo una de las edificaciones más espléndidas, incluso otras culturas y pueblos que conquistaron Alejandría, lo mantenían y seguían utilizándolo, como los árabes en el siglo IX.
Tras muchos siglos enfrentándose a las tormentas y al oleaje, no fue hasta mediados del siglo XIV cuando uno de los tantos terremotos que asolaban las tierras, lo destruyó por completo, dejando sólo ruinas.
Un tiempo después, el sultán Mameluco Quaitbay, decidió utilizar los restos del que se considera el primer faro como tal, para crear una fortaleza, que es lo que actualmente se puede ver y visitar si vamos a Alejandría.

En A Coruña, podemos encontrar un faro romano construido sobre el siglo II d.C, la Torre de Hércules, el cual a día de hoy sigue en activo. Se erigió en una tierra sagrada para los habitantes que vivían allí, antes que el Imperio romano llegara.
Mide unos 55 metros, de los cuales casi 35 corresponden a la facbricación romana y los restantes a una restauración en 1789 para modernizar la señalización marítima.
Se pueden encontrar varias leyendas sobre el por qué de su construcción.
Una de ellas, es la lucha entre Hércules y un gigante que atemorizaba al pueblo de esa zona. Cuando Hércules ganó, hizo construir una torre con una gran antorcha en su cima. Como curiosidad, el escudo de A Coruña está representado por la Torre de Hércules y la supuesta calavera del gigante.
Dejando a un lado las leyendas, muy seguramente se construyó para servir como guía a los comerciantes romanos que querían ampliar sus rutas con Francia o Inglaterra, que vivían en Brigantium, la actual A Coruña, y que al crecer como ciudad le fue comiendo terreno. Actualmente, la Torre de Hércules se encuentra en un parque protegido.
Actualmente, hay muchos faros que quedaron en desuso hace muchos años, y algunos de ellos sirven hoy como hoteles o restaurantes.
En Escocia, Francia, Noruega y aquí en España, muchos de ellos se amoldan a tal moda y cambian para poder alojar a visitantes.
Y aunque pasar una noche en un faro con las vistas, el sonido y la tranquilidad que pueden ofrecer, es realmente tentador, los precios de las estancias o del catering, en caso de ser restaurante, seguro se suben por las nubes.
Creo que se podrían aprovechar esas instalaciones de tantos faros abandonados y sus edificios anexos, no sólo para el sector de la restauración, sino como viviendas, oficinas, o como centros para investigación del litoral y de la vida marina, pues ofrecen unas características únicas para su estudio.
Sea como sea, sigue siendo increíble ver sus figuras en lo alto de los acantilados recortándose con la luz o por la noche viendo sus luces para guíar a los barcos.
Gracias a ellos podemos seguir soñando y conocer las distintas épocas e historias a los que están vinculados.
Frente al puerto de Alejandría, en una pequeña isla, Pharos que ahora es una península, en el siglo III a.C, se llevó a cabo una de las construcciones más ambiciosas hasta el momento.
El arquitecto Sóstrato de Cnido, hizo que descansara la estructura de mármol blanco y ensamblada con plomo fundido, sobre una base cuadrada, donde se podía leer una inscripción que decía:
"Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar."
Hay autores que aproximan su altura a unos 60 metros, pero otros consideran que podía llegar a medir hasta 190 metros.
En lo más alto, se podía encontrar un gran espejo para poder reflejar los rayos del sol durante el día.
Al llegar la noche, se encendía una gran hogera que también se reflejaba con el espejo, y cuya
luz se llegaba a ver a unos 55 km.
Pasaron muchos siglos, y el faro seguía siendo una de las edificaciones más espléndidas, incluso otras culturas y pueblos que conquistaron Alejandría, lo mantenían y seguían utilizándolo, como los árabes en el siglo IX.
Tras muchos siglos enfrentándose a las tormentas y al oleaje, no fue hasta mediados del siglo XIV cuando uno de los tantos terremotos que asolaban las tierras, lo destruyó por completo, dejando sólo ruinas.
Un tiempo después, el sultán Mameluco Quaitbay, decidió utilizar los restos del que se considera el primer faro como tal, para crear una fortaleza, que es lo que actualmente se puede ver y visitar si vamos a Alejandría.

En A Coruña, podemos encontrar un faro romano construido sobre el siglo II d.C, la Torre de Hércules, el cual a día de hoy sigue en activo. Se erigió en una tierra sagrada para los habitantes que vivían allí, antes que el Imperio romano llegara.
Mide unos 55 metros, de los cuales casi 35 corresponden a la facbricación romana y los restantes a una restauración en 1789 para modernizar la señalización marítima.
Se pueden encontrar varias leyendas sobre el por qué de su construcción.
Una de ellas, es la lucha entre Hércules y un gigante que atemorizaba al pueblo de esa zona. Cuando Hércules ganó, hizo construir una torre con una gran antorcha en su cima. Como curiosidad, el escudo de A Coruña está representado por la Torre de Hércules y la supuesta calavera del gigante.
Dejando a un lado las leyendas, muy seguramente se construyó para servir como guía a los comerciantes romanos que querían ampliar sus rutas con Francia o Inglaterra, que vivían en Brigantium, la actual A Coruña, y que al crecer como ciudad le fue comiendo terreno. Actualmente, la Torre de Hércules se encuentra en un parque protegido.
Actualmente, hay muchos faros que quedaron en desuso hace muchos años, y algunos de ellos sirven hoy como hoteles o restaurantes.
En Escocia, Francia, Noruega y aquí en España, muchos de ellos se amoldan a tal moda y cambian para poder alojar a visitantes.
Y aunque pasar una noche en un faro con las vistas, el sonido y la tranquilidad que pueden ofrecer, es realmente tentador, los precios de las estancias o del catering, en caso de ser restaurante, seguro se suben por las nubes.
Creo que se podrían aprovechar esas instalaciones de tantos faros abandonados y sus edificios anexos, no sólo para el sector de la restauración, sino como viviendas, oficinas, o como centros para investigación del litoral y de la vida marina, pues ofrecen unas características únicas para su estudio.
Sea como sea, sigue siendo increíble ver sus figuras en lo alto de los acantilados recortándose con la luz o por la noche viendo sus luces para guíar a los barcos.
Gracias a ellos podemos seguir soñando y conocer las distintas épocas e historias a los que están vinculados.
martes, 12 de agosto de 2014
Lluvia de estrellas. Lágrimas de San Lorenzo
Como cada año por estas fechas, nos encontramos una de las lluvias de estrellas más famosa, las Perseidas.
La Tierra, en su largo viaje, a veces pasa por la trayectoria de varios cometas.
Cuando el cometa se acerca al Sol, se calienta, y los gases que lo forman se evaporan, al igual que se desprenden pequeñas trazas de materia. Así, cuando la Tierra atraviesa dicha trayectoria, los pequeños trozos que se desprenden atraviesan nuestra atmósfera y es cuando podemos ver las "estrellas fugaces"
Dependiendo de donde provengan, se las denomina de una forma u otra. Por ejemplo, desde mediados de Julio hasta finales de Agosto, si miramos hacía el Norte o el Este, y localizamos la constelación de Perseo, podremos ver un mayor número de "estrellas fugaces" que aparecen cerca de tal figura.
También son conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, debido a que el día 10 de Agosto es la celebración de dicho santo, al cual quemaron en la hoguera y se interpretan éstas "estrellas" caídas, como sus lágrimas.
¿Cómo encontramos a Perseo en el cielo?
Lo más fácil es buscar constelaciones con figuras fáciles. Por ejemplo,una de las más sencillas es Casiopea. Con forma de M o W. Si la encontramos, justo debajo veremos la cabeza de Perseo y el resto del cuerpo.
La Tierra, en su largo viaje, a veces pasa por la trayectoria de varios cometas.
Cuando el cometa se acerca al Sol, se calienta, y los gases que lo forman se evaporan, al igual que se desprenden pequeñas trazas de materia. Así, cuando la Tierra atraviesa dicha trayectoria, los pequeños trozos que se desprenden atraviesan nuestra atmósfera y es cuando podemos ver las "estrellas fugaces"
Dependiendo de donde provengan, se las denomina de una forma u otra. Por ejemplo, desde mediados de Julio hasta finales de Agosto, si miramos hacía el Norte o el Este, y localizamos la constelación de Perseo, podremos ver un mayor número de "estrellas fugaces" que aparecen cerca de tal figura.
También son conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, debido a que el día 10 de Agosto es la celebración de dicho santo, al cual quemaron en la hoguera y se interpretan éstas "estrellas" caídas, como sus lágrimas.
¿Cómo encontramos a Perseo en el cielo?
Lo más fácil es buscar constelaciones con figuras fáciles. Por ejemplo,una de las más sencillas es Casiopea. Con forma de M o W. Si la encontramos, justo debajo veremos la cabeza de Perseo y el resto del cuerpo.
También podemos encontrarla gracias a las osas. Para mí es más fácil encontrar la Osa Mayor.
Cuando la tengo, miro sus dos estrellas más externas, Merak y Dubhe, que si trazamos una línea recta, coinciden con Polaris, la estrella Polar. Pero además, si seguimos con esa línea imaginaría, llegaríamos a una de las estrellas de la punta de Casiopea. Y justo debajo encontramos a Perseo.
Esta noche, aún está el efecto de estos días que es esa gran Luna. Por lo que hay que tener un poco de paciencia, ya que la luz que hay, dificultará la visión.
Ánimo y suerte!
domingo, 25 de mayo de 2014
Like a rainbow in the dark
No os podéis imaginar las ganas que tenía de que volviese un dia frío, con viento y lluvia. Son en estos días curiosamente, en los que mejor me siento. Cuando más ganas tengo de hacer cosa.
Hasta pasadas unas pocas semanas de Junio, el tiempo no se estabilizará del todo y no se instalará el verano como tal, el 21 de dicho mes.
Estos meses de primavera han sido, como cualquier otro año, de locos. Un día hace mucho calor y al otro frío y lluvia. Pero así es la primavera, antojista y cambiante.
Un día no hay nada, y al siguiente encontramos que han florecido la mayoría de las especies del jardín. Y como unas aparecen otras desaparecen.
Es una época cambiante, donde nada es lo que parece. Una época de tránsito, que nos lleva desde el frío invierno al verano.
Cuando encontramos nieblas en las mañanas, lluvias intensas e incluso granizo, y arcoiris iluminados con un telón de fondo oscuro y gris.
No sé quien es el autor de la foto, pero al verla te hace pensar en que sin todos esos cambios inesperados, que a priori no entendemos bien, no llegaríamos a ver o vivir escenas tan bellas como esta.
No entendemos por qué ocurren, ni hacía dónde nos dirigen, y la mayoría de las veces parece que estamos perdidos o fuera de lugar.
Pero así es la primavera, y así, como muchas veces nos sentimos. Como decía Dio, Like a rainbow in the dark....
Hasta pasadas unas pocas semanas de Junio, el tiempo no se estabilizará del todo y no se instalará el verano como tal, el 21 de dicho mes.
Estos meses de primavera han sido, como cualquier otro año, de locos. Un día hace mucho calor y al otro frío y lluvia. Pero así es la primavera, antojista y cambiante.
Un día no hay nada, y al siguiente encontramos que han florecido la mayoría de las especies del jardín. Y como unas aparecen otras desaparecen.
Es una época cambiante, donde nada es lo que parece. Una época de tránsito, que nos lleva desde el frío invierno al verano.
Cuando encontramos nieblas en las mañanas, lluvias intensas e incluso granizo, y arcoiris iluminados con un telón de fondo oscuro y gris.
No sé quien es el autor de la foto, pero al verla te hace pensar en que sin todos esos cambios inesperados, que a priori no entendemos bien, no llegaríamos a ver o vivir escenas tan bellas como esta.
No entendemos por qué ocurren, ni hacía dónde nos dirigen, y la mayoría de las veces parece que estamos perdidos o fuera de lugar.
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sábado, 18 de enero de 2014
Mist
Entre las brumas de nuestros pensamientos
que nos llevan hacía un lado y a otro,
nos dejamos transformar y volamos
sin destino alguno,
a través de las tinieblas
de los más profundos y obscuros senderos.
Sin mirar atrás, sin pensar en el presente...
Caminamos,
paso a paso hacía la tormenta de nuestro interior.
Cuando creemos ver una luz frente a nosotros...
sólo es un relámpago de miedo.
Entramos en el vórtice sin sentido
formado por nuestro corazón,
y cedemos hacía su interior.
Tendidos en un frío suelo recordando el por qué.
Entre las brumas de nuestros pensamientos,
vemos un nuevo amancer.
Ishtar
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