En el 2006 se publicaba el primer volumen de una trilogía altamente recomendable. Con el nombre,
El Imperio final, Brando Sanderson, que para mí hasta hace poco más de un año era un desconocido, abría lo que sería una historia llena de enigmas, secretos, buenos ratos y otros más sentimentales, haciéndome conocer un nuevo mundo en el que durante tantas horas me he perdido.
En esta primera parte, su imaginación nos lleva a un mundo donde las plantas son marrones, cae ceniza a menudo y la sociedad está claramente dividida en
skaas y
nobles. Sobre ellos, el gran Lord Legislador, con sus increíbles poderes, inmortalidad y mandato absolutista, reina.
Es común que entre los nobles se de un caracter especial, el de poseer alomancia, que dota a los individuos mediante la toma de determinados metales, de increíbles cualidades.
A veces, algunos nobles les gusta relacionarse con skaa, y así nacen bastardos con poderes alománticos, los llamados nacidos de la bruma.
Bajo este ambiente, nuestros héroes, Kelsier, el "superviviente", su peculiar banda y Vin, una chica skaa de los más bajos fondos, se enfrentarán a mil problemas para poder hacer frente a la situación que día a día tienen que soportar bajo el atroz mandato del Lord Legislador. Y quien sabe, quizás que la rebelión skaa, que intenta derrocar al Lord Legislador desde hace mil años, consiga finalmente sus deseos.
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| Frascos con distintos metales |
Tras este primer volúmen, en los dos siguientes,
El pozo de la ascensión y
El Héroe de las eras, seguiremos acompañando a los protagonistas, a los que coges cariño irremediablemente, a través del tiempo oscuro que los espera.
Mientras leía
El pozo de la ascensión, debo confesar que al principio se me hizo un poco lento, que no aburrido. Pero llegado un punto de la historía, todo avanza a un ritmo vertiginoso y no quieres quedarte sin páginas.
Ese rítmo, al menos para mí, tiene el último volúmen de la trilogía. Ves que te vas quedando sin páginas y aún no sabes cómo terminará. Tiene un final un tanto inesperado, aunque seguro que habrá alguien que se lo podría imaginar. Personalmente, el final me dejó con un sabor de boca extraño.
En el 2011, Sanderson publicó
Aleación de Ley, basado en el mismo mundo pero 300 años después de todo lo ocurrido en los libros anteriores.
Lo cierto es que toda esta saga, es digna de leer. Sanderson te atrapa en un mundo donde las cosas no son lo que parecen y en una trama compleja, original y muy entretenida.
Hace que te olvides, mientras lees, de todo aquello que puede atormentarte.