Bajemos la temperatura, por qué evitar un mundo con 4ºC más altos.
De forma natural, a lo largo de miles de años, la temperatura en la Tierra ha tenido fluctuaciones (Figura 1),pero desde hace 11.000 años, dichas fluctuaciones empezaron a estabilizarse, lo que facilitó a muchas especies, entre las que se encuentra el Homo sapiens, a poder estacionarse en lugares determinados y empezar a desarrollarse obteniendo nuevas características para la especie.
Algo parecido le ocurre a determinadas sustancias como el CO2 (Figura 2), durante muchos miles de años sus niveles crecían y decrecían, hasta que en los últimos 100 años ha tenido un incremento muy importante. Este incremento coincide con la revolución industrial y el uso de determinados recursos que avanzaron considerablemente la calidad de vida humana, pero que a lo largo del tiempo nos está costando un precio.
Así, tanto los niveles de CO2 como la temperatura, en los últimos 100 años han ido aumentando y de forma importante.
Se cree que para finales del siglo, si todo sigue igual, la temperatura aumentará 3ºC o 4ºC y seguirá aumentando con el paso de los años. Lo que provocaría un mundo totalmente diferente al que conocemos.
Hasta ahora el planeta se ha calentado entre 0,8ºC y 0,9ºC y ya podemos ver y notar los impactos que produce el calentamiento global. Algunos de esos impactos a parte del aumento de las temperaturas, son el aumento de precipitaciones y sequías, la intensidad de los tifones, la subida del nivel de mar y la acidificación de los océanos y la disminución de las masas de hielo y nieve en diversos puntos del planeta.
Uno de los ecosistemas donde más se acumula el calor es en los océanos. Si el calor de los últimos 50 años se liberara en un momento, la temperatura de la atmósfera aumentaría 36ºC en un instante.
Todos estos cambios junto con la sobreexplotación de determinados recursos y la expansión demográfica sin control del ser humano, ha obligado a muchas especies a desplazarse o modificar su comportamiento. Algo que ya nos está afectando también al ser humano, aunque de formas diferentes según el país en el que estemos.
Se cree que para finales del siglo, si todo sigue igual, la temperatura aumentará 3ºC o 4ºC y seguirá aumentando con el paso de los años. Lo que provocaría un mundo totalmente diferente al que conocemos.
Hasta ahora el planeta se ha calentado entre 0,8ºC y 0,9ºC y ya podemos ver y notar los impactos que produce el calentamiento global. Algunos de esos impactos a parte del aumento de las temperaturas, son el aumento de precipitaciones y sequías, la intensidad de los tifones, la subida del nivel de mar y la acidificación de los océanos y la disminución de las masas de hielo y nieve en diversos puntos del planeta.
Uno de los ecosistemas donde más se acumula el calor es en los océanos. Si el calor de los últimos 50 años se liberara en un momento, la temperatura de la atmósfera aumentaría 36ºC en un instante.
Todos estos cambios junto con la sobreexplotación de determinados recursos y la expansión demográfica sin control del ser humano, ha obligado a muchas especies a desplazarse o modificar su comportamiento. Algo que ya nos está afectando también al ser humano, aunque de formas diferentes según el país en el que estemos.
En España se puede encontrar básicamente, dos tipos de clima. En el Norte un clima húmedo y frío y en más de la mitad del país, un clima semiárido y seco. Los distintos climas, los mares y océanos que bañan las costas españolas y los diferentes aspectos físico-químicos que poseen, hacen de la península ibérica y a España una zona muy especial debido a la alta diversidad de especies, y en muchos casos únicas, que alberga.
Pero todo esto está cambiando debido al cambio climático.
¿Qué pasará con la biodiversidad y los diferentes ecosistemas?
Con un gran nivel de certeza se puede asegurar que el cambio climático hará que parte de los ecosistemas acuáticos continentales españoles pasen de ser permanentes a estacionales, desapareciendo algunos. La biodiversidad de muchos de ellos se reducirá y sus ciclos biogeoquímicos se verán alterados.
Los ecosistemas más afectados son los ambientes endorreicos (La Mancha Húmeda, por ejemplo), lagos, lagunas, ríos y arroyos de alta montaña (1600-2500 metros), humedales costeros o ambientes dependientes de aguas subterráneas.
Los ecosistemas terrestres se verán afectados de forma diferente según la zona. En la región Atlántica se ven más limitados por las temperaturas, mientras que en la región Mediterránea se encuentran limitados por el agua.
El cambio climático alterará la fenología y las interacciones entre especies, se producirán migraciones altitudinales y extinciones locales y la expansión de especies invasoras y plagas se verá favorecida.
Pero todo esto está cambiando debido al cambio climático.
¿Qué pasará con la biodiversidad y los diferentes ecosistemas?
Con un gran nivel de certeza se puede asegurar que el cambio climático hará que parte de los ecosistemas acuáticos continentales españoles pasen de ser permanentes a estacionales, desapareciendo algunos. La biodiversidad de muchos de ellos se reducirá y sus ciclos biogeoquímicos se verán alterados.
Los ecosistemas más afectados son los ambientes endorreicos (La Mancha Húmeda, por ejemplo), lagos, lagunas, ríos y arroyos de alta montaña (1600-2500 metros), humedales costeros o ambientes dependientes de aguas subterráneas.
Los ecosistemas terrestres se verán afectados de forma diferente según la zona. En la región Atlántica se ven más limitados por las temperaturas, mientras que en la región Mediterránea se encuentran limitados por el agua.
El cambio climático alterará la fenología y las interacciones entre especies, se producirán migraciones altitudinales y extinciones locales y la expansión de especies invasoras y plagas se verá favorecida.
España es, posiblemente, el país más rico en especies animales de la Unión Europea, posee especies únicas y algunas sólo se encuentran en determinadas zonas, por lo que son muy vulnerables a los cambios. Con el cambio climático se espera que se alteren sus ciclos vitales y las migraciones. Además de las interacciones con otras especies, como las relaciones depredador-presa debido a las diferentes respuestas frente a los cambios.
El peligro es aún mayor en zonas aisladas, sin capacidad de migrar o en las que no existen forma de hacerlo y con individuos que sólo pueden habitar en determinadas zonas.
La biodiversidad de los océanos también se ve perjudicada, pues el cambio climático produce un aumento de las temperaturas, de la acidez y unido a los vertidos procedentes de la agricultura o en forma de residuos, producen que en muchas zonas se genere una eutrofización, agravando los problemas procedentes del cambio climático.
La biodiversidad vegetal se ve afectada de dos formas, el calentamiento por un lado y la reducción de las disponibilidades hídricas por el otro. Se tiende a una «mediterraneización» del norte peninsular y a la «aridificación» del sur.
Pero además, las plantas tienen que luchar contra los cambios edáficos, cambios en el régimen de incendios y ascenso del nivel del mar para la vegetación costera.
Las interacciones con otros componentes del cambio global y los cambios que se dan en las interacciones entre especies producen pérdidas en la diversidad florística.
¿Cómo podemos evitar que el cambio climático afecte a la biodiversidad?
Se debería apostar más por las energías renovables pues aunque muchas empresas están inmersas en su uso también deberían facilitar ayudas para que se haga de una forma privada.
El peligro es aún mayor en zonas aisladas, sin capacidad de migrar o en las que no existen forma de hacerlo y con individuos que sólo pueden habitar en determinadas zonas.
La biodiversidad de los océanos también se ve perjudicada, pues el cambio climático produce un aumento de las temperaturas, de la acidez y unido a los vertidos procedentes de la agricultura o en forma de residuos, producen que en muchas zonas se genere una eutrofización, agravando los problemas procedentes del cambio climático.
La biodiversidad vegetal se ve afectada de dos formas, el calentamiento por un lado y la reducción de las disponibilidades hídricas por el otro. Se tiende a una «mediterraneización» del norte peninsular y a la «aridificación» del sur.
Pero además, las plantas tienen que luchar contra los cambios edáficos, cambios en el régimen de incendios y ascenso del nivel del mar para la vegetación costera.
Las interacciones con otros componentes del cambio global y los cambios que se dan en las interacciones entre especies producen pérdidas en la diversidad florística.
¿Cómo podemos evitar que el cambio climático afecte a la biodiversidad?
Se debería apostar más por las energías renovables pues aunque muchas empresas están inmersas en su uso también deberían facilitar ayudas para que se haga de una forma privada.
Además, se debería invertir más y apoyar la investigación de diferentes campos, pues actualmente la investigación se encuentra muy limitada, lo que perjudica a la hora de entender o avanzar en diversas cuestiones.
También tendría que concienciarse mucho más a las personas, ya que en muchos casos desconocen temas tan importantes como el cambio climático o directamente no creen en ello. Así, se debería intentar llegar a todas las personas de diferentes edades para que vean que es real y es algo que a todos nos afecta.
Bibliografía
Turn down the heat. Why a 4ºC warmer world must be avoided. World Bank Group, 2012.
Plan Nacional de adaptación al cambio climático. Marco para la coordinación entre Administraciones Públicas
para las actividades de evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. MAGRAMA.org